Este es un tema escrito desde los que sufren.
Resume las vivencias de 2 años junto a los niños del Hospital Sor María Ludovica y la ex Casa Cuna.
Dos años aprendiendo de ellos, y compartiendo nuestra pobreza. Dando mucho menos de lo que recibimos.
Dos años compartiendo con amigos y desconocidos el amor de Dios que se derrama sobre todos, y consuela en el dolor, y sana las heridas.
Dos años redescubriendo la inocencia y la pureza en la sonrisa transparente de los niños.
Empecé por una promesa por la salud de mi sobrina Amparo, y por la insistencia de Guada F.; terminé siendo yo el curado. Y esta vieja canción, resignificada, se convirtió en la síntesis de nuestra búsqueda en esta misión: amar, proteger y defender toda vida (desde la concepción hasta la muerte natural) poniendo el cuerpo, abrazando la Vida.
En las imágenes del video desfilan los rostros queridos e inolvidables que han ido dando forma a esta hermosa experiencia. Para todos ellos (filocálicos, guías, alumnos y colaboradores en gral.), desde lo más profundo, va este sencillo posteo.
